Carne La Mechá / Archivo

La mujer del dueño de Magrudis, Encarnación Rodríguez, ha declarado en la mañana de este martes ante la juez encargada de investigar a esta empresa responsable del brote de listeria. Rodríguez era la encargada de los protocolos y medidas de seguridad de Magrudis y ha señalado que en cuanto tuvo conocimiento de un producto contaminado «adoptó medidas correctoras», al tiempo que limpiaron «con lejía» parte de las instalaciones y la maquinaria.

En su declaración, que se ha prolongado durante más de una hora, Rodríguez ha indicado que el plan de autocontrol fue diseñado en 2015 por los laboratorios Microal y que pasó las inspecciones anuales de los veterinarios del Ayuntamiento de Sevilla al menos hasta el 2017, por lo que seguía en vigor cuando se produjo ese positivo de febrero.

La mujer de Marín Ponce ha reconocido que supo desde el pasado mes febrero que su empresa estaba contaminada por listeria.  Esta era la encargada de aplicar los protocolos de autocontrol sanitario de Magrudis. Dichos protocolos exigen un control de temperaturas, aunque Rodríguez ha reconocido que desconocía que hubiera que llevar un control de la temperatura. Fue su hijo Sandro Marín, ahora en prisión junto a su padre, el que reconoció que se ocupaba, mientras que su madre ha precisado que solo  estaba en la fábrica “dos horas al día”