Susana Díaz durante su comparecencia anunciando el adelanto de elecciones /@AndalucíaJunta
Susana Díaz durante su comparecencia anunciando el adelanto de elecciones /@AndalucíaJunta

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha argumentado este lunes su decisión de adelantar las elecciones andaluzas al 2 de diciembre, cuando deberían convocarse en el mes de marzo, porque la comunidad «necesita tener estabilidad» y ve «imposible» aprobar el Presupuesto andaluz para el próximo ejercicio; para que los comicios tengan «acento andaluz», y también porque Andalucía «no se merece una campaña de entre cinco y seis meses, y prolongar esta situación no es bueno ni para Andalucía ni para nadie».

Así se ha pronunciado la jefa del Ejecutivo andaluz en una comparecencia en el Palacio de San Telmo, tras haber deliberado con el Consejo de Gobierno, en una reunión extraordinaria, su decisión de anticipar las elecciones y firmar el decreto de disolución del Parlamento andaluz que llama a los andaluces a las urnas el próximo 2 de diciembre. En este marco, ha confirmado que la primera persona con la que ha hablado una vez que ha tomado la decisión ha sido con el presidente del Gobierno y secretario general de su partido, Pedro Sánchez.

Susana Díaz ha defendido que las elecciones se trasladen a diciembre porque «es mejor que cuando empiece el nuevo año Andalucía tenga un nuevo Parlamento elegido libremente por los andaluces» y porque en las últimas semanas ha constatado «la imposibilidad» de aprobar las cuentas andaluzas para el próximo ejercicio después de que Cs «haya anunciado su voluntad de no negociarlos» en esta ocasión. Los tres últimos presupuestos andaluces salieron adelante con el respaldo del PSOE-A y Cs, partido con el que mantenía un acuerdo de investidura hasta que hace un mes.

Otro de los argumentos esgrimidos por la presidenta es que Andalucía «no se merece una campaña electoral de cinco o seis mes», de modo que en un acto «de responsabilidad» ha optado por adelantar los comicios, también «dando respuesta a las apelaciones que me han hecho los agentes sociales, a los que he consultado estos días». «El 2 de diciembre también es una garantía de poder celebrar las elecciones centrada en Andalucía, con acento andaluz y hablando de los problemas de nuestra tierra», ha agregado antes de apuntar que estas elecciones «son importantes por sí mismas».

«Es el momento de reforzar la confianza de los ciudadanos en su legítimo gobierno, alejarnos de incertidumbres», ha añadido Susana Díaz para remachar que «Andalucía necesita un horizonte despejado en el que todos seamos capaces de construir la mejor comunidad».

El anuncio del adelanto electoral se produce un mes después de que Ciudadanos (Cs) diera por roto el pacto de investidura con el PSOE-A por los «incumplimientos» de los socialistas en relación con los puntos relativos a regeneración democrática, donde se incluye eliminación de los aforamientos en la comunidad y reforma de la Ley Electoral de Andalucía.

Para celebrar las elecciones el 2 de diciembre, este martes 9 de octubre es la fecha tope para publicar el decreto en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), de acuerdo con los plazos marcados en la Ley Electoral de Andalucía.

Esta será la tercera ocasión en la que se adelanten comicios en Andalucía, puesto que ya ocurrió en el año 1996, cuando Manuel Chaves decidió adelantarlas dos años tras la denominada legislatura de la ‘pinza’ PP-IU, y en el año 2015, cuando Susana Díaz puso fin al gobierno de coalición con IU con un año de antelación.

La X Legislatura andaluza ha tenido una duración de tres años y medio, ya que arrancó el 16 de abril de 2015 con la constitución del Parlamento andaluz, conformado por cinco grupos parlamentarios, tras los comicios que se desarrollaron el 22 de marzo de ese año.

En dichas elecciones, el PSOE obtuvo 47 escaños; el PP-A, 33; Podemos, 15; Ciudadanos (Cs), nueve, e IULV-CA, cinco diputados. A ocho escaños de la mayoría absoluta, el PSOE-A optó por suscribir un pacto de investidura con Ciudadanos, una nueva formación en la Cámara, que posibilitaría la investidura de Susana Díaz, en cuarta votación, como presidenta de la Junta ante el Pleno de la Cámara con los votos de ambas formaciones.

Esa investidura finalmente fue posible por el acuerdo del PSOE-A con Cs, cuyo objetivo era dar estabilidad a la comunidad autónoma. Los socialistas, durante toda la legislatura, se han encargado de recordar en varias ocasiones que PP-A, Podemos e IUlV-CA estuvieron más de 80 días «bloqueando» la gobernabilidad de la comunidad.

El PSOE-A ha mostrado durante la legislatura su satisfacción con el desarrollo del pacto de investidura, destacando su alto nivel de cumplimiento, mientras que Cs, que reconoce que se han producido «logros», ha lamentado que no haya habido un mayor compromiso de los socialistas para el cumplimiento al cien por cien de su contenido. Como se recordará, los tres documentos incluidos en el pacto de investidura suscrito se referían a transparencia y regeneración democrática y transparencia; cohesión social, y economía y empleo, con un total de 72 medidas.

A principios de septiembre, Ciudadanos lanzó una advertencia al PSOE-A, o se impulsaban ya medidas de regeneración democrática, como la eliminación de los aforamientos en la comunidad, o no negociarían los Presupuestos de la comunidad para 2019.

En la primera semana de septiembre, ambos partidos mantuvieron una reunión del comité de seguimiento del pacto de investidura, donde Cs reiteró al PSOE-A la necesidad de impulsar las medidas de regeneración democrática, principalmente eliminación de aforamientos y reforma de la Ley Electoral de Andalucía, pero según el líder andaluz de la formación naranja, Juan Marín, se encontraron con la negativa de los socialistas a abordar estos asuntos en lo que queda de legislatura.

Esto le llevó a proponer el pasado día 7 de septiembre al Comité Ejecutivo Nacional de Cs, reunido en Málaga, la ruptura del pacto de investidura con el PSOE-A.

Díaz, Moreno, Rodríguez y Marín repiten en unas andaluzas sin Maíllo

La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, aspira a la reelección en las próximas elecciones andaluzas que se celebrarán el próximo 2 de diciembre, una cita en la que repiten como candidatos a la Presidencia del Gobierno andaluz el líder del PP-A, Juanma Moreno; el líder andaluz de Ciudadanos (Cs), Juan Marín; y la coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, que se presenta al cargo como candidata de ‘Adelante Andalucía’, confluencia electoral bajo la que también concurre IULV-CA, cuyo líder, Antonio Maíllo, no aspira en esta ocasión a presidir el Ejecutivo andaluz.

‘Adelante Andalucía’ es la única propuesta novedosa que concurre a estas elecciones en el panorama andaluz, una confluencia que han negociado Podemos Andalucía e IULV-CA para tratar de aglutinar al andalucismo –representados por Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza– y a todos aquellos votantes de izquierdas que no estén de acuerdo con lo que denominan el «susanismo». Además, se presentan como dique de contención a las derechas del PP-A y de Cs, toda vez que garantizan que no permitirán que lleguen al gobierno «ni por acción ni por omisión», mientras que aspiran, como mínimo, a lograr en estas elecciones la suma de los diputados que obtuvieron en el 2015, cuando Podemos consiguió 15 escaños e IU, cinco.