Dos científicos andaluces, Alejandro Jimenez Serrano de la Universidad de Jaen y Myriam Seco Álvarez de la Universidad de Sevilla, se encuentran en Egipto realizando diversos proyectos de conservación de la Tumba QH 33 y de excavación en el templo de Tutmosis, respectivamente.

Sevilla Actualidad. En medio del desierto africano surge una de las civilizaciones más espléndidas de la historia, la egipcia. Logró sobrevivir durante 30 siglos que dieron como fruto su escritura, calendario, la medicina y obras arquitectónicas que hoy continúan desafiando el inexorable rigor del tiempo. Dado el legado artístico de esta etapa, con ejemplos como las pirámides, las momias, los reyes-dioses, entre otras muchas obras, son numerosos los arqueólogos de todos los lugares del mundo los que han estudiado y estudian las huellas de esa herencia histórica en el actual Egipto pero a pesar de ello aún queda mucho por saber de la cultura egipcia.

En estos momentos dos arqueólogos andaluces desarrollan excavaciones en Egipto, Alejandro Jiménez Serrano, investigador de la Universidad de Jaén que está realizando un proyecto de conservación y puesta en valor de la Tumba QH 33, situada en la necrópolis Qubbet el-Hawa, en Asuán; y Myriam Seco Álvarez de la Universidad de Sevilla, que dirige la excavación del templo funerario de Tutmosis III en Luxor.

Las tumbas de los nobles

La necrópolis de Qubbet el-Hawa es una de las más importantes de Egipto ya que allí se enterraban a los nobles que controlaban la frontera Sur del país. Además, esta necrópolis no sólo es importante desde el punto de vista monumental; también lo es desde el punto de vista histórico, ya que contiene inscripciones que han facilitado las reconstrucciones de la situación geopolítica de algunas épocas.

Un total de 70 tumbas han sido descubiertas hasta el momento, pero se calcula que hay otras tantas sin descubrir. De las descubiertas, no todas están excavadas. Por eso, Alejandro Jiménez decidió excavar la tumba QH33: “la característica principal de esta tumba era que se encontró a finales del siglo XIX quemada, y por esta razón no se había investigado aún, y gracias a este hecho tiene todos los materiales sin tocar”.

Ya el pasado año se procedió al levantamiento topográfico del sitio realizando medidas para el fomento del turismo, un estudio geo-mecánico del yacimiento, ya que el material principal de la colina es arenisca, así como la excavación, documentación y estudio de los materiales de la tumba. “En esta primera campaña, que duró 46 días, pretendíamos limpiar el exterior y colocar una puerta metálica que protegiese la tumba una vez abierta para continuar. Esta puerta fue una de las grandes sorpresas que nos llevamos, ya que se calculó que la puerta tenía unos 2,5 metros, pero finalmente obtuvimos una puerta de 4,89 metros, lo que la convierte en la puerta de tumba más grande de toda la necrópolis”, explica el investigador principal.

En la primera etapa se descubrió un pozo de 10,32 metros de profundidad, del tamaño exacto para que entrase un sarcófago, donde probablemente se enterró al noble que ordenó construir la tumba, y del que todavía no se conoce su identidad. Además, se descubrieron grupos cerámicos datados entre 1800 y 1450 a.C, piezas como un vaso ritual funerario o una estela funeraria de Disi-Menti del 500 a.C, restos de pintura en la zona central del nicho, una mano con un loto, y un ojo, entre otros. Asimismo, se documentaron huesos humanos y restos de momias, y un depósito de piedra perteneciente a sarcófagos antropomorfos y cuadrangulares, restos de caja de madera, y restos de una estatua osiríaca de grandes dimensiones.

Durante la segunda campaña, que comenzará este verano, finalizarán los estudios geomecánicos de la colina donde se encuentran las tumbas y la tomarán los datos necesarios para la conservación de la tumba de Junes (VI Dinastía), un noble que vivió hace más de 4.200 años.

Para Andalucía es el primer proyecto de una universidad andaluza en uno de los yacimientos más prestigiosos de la historia, poniéndolos a la vanguardia de las investigaciones en Egipto. Esta investigación cuenta con el apoyo de la Asociación Española de Egiptología, Caja Rural de Jaén, la empresa Guillermo García y la Universidad de Jaén.

Descubriendo a Thutmosis III

Por su parte, Seco está dirigiendo la excavación del templo funerario de Thutmosis III en Luxor, donde no se ha vuelto a intervenir desde los años sesenta. La investigación es una concesión del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias (SCA) a la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. El proyecto está apoyado por la Embajada Española en El Cairo y ha sido financiado por la empresa Cepsa.

La arqueóloga está al frente de un equipo internacional compuesto por egipcios, libaneses, brasileños, japoneses, alemanes y españoles. Los trabajos que están realizando consisten en la limpieza y restauración del templo de Thutmosis III, uno de los reyes más importantes de toda la historia de Egipto. El monarca perteneció a la Dinastía XVIII y vivió en el siglo XV a. C. Este rey egipcio fue el artífice del mayor imperio que jamás tuvo Egipto, con unas dimensiones que abarcaban desde Siria central hasta la cuarta catarata del Nilo, en el actual Sudán.

En esta primera campaña se ha excavado en diversas partes del recinto, se ha estudiado una rampa que separaba dos niveles, se han efectuado planimetrías y se han hallado más de dos mil fragmentos de piedras calizas y areniscas que contienen relieves e inscripciones de gran interés. Algunos bloques son muy grandes y muestran la exquisitez del trabajo de los artesanos del faraón, en tanto que otros, de diversos tamaños, presentan una policromía de gran calidad. La temática de los relieves que se ha constatado en estudios preliminares es amplia, aunque cabe subrayar aspectos religiosos, rituales, políticos y, también, militares. “Al margen, hemos encontrado una tumba de época posterior, hecho que no nos ha sorprendido, puesto que el templo está ubicado en una inmensa zona de necrópolis”, explica la arqueóloga sevillana.

“Durante la segunda campaña, que se realizará entre noviembre y diciembre de este año, se procederá a la excavación de la fachada y la restauración de la misma. Además se procederá al estudio de la segunda terraza del templo”, explica la arqueóloga Seco Álvarez. La experta confía estas campañas posteriores aporten más información que permita ampliar los conocimientos históricos sobre una de las épocas más fascinantes de la dilatada historia faraónica.

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