Mapa del terremoto de 6,3 de 2016 / SA

Un equipo internacional de científicos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado una nueva falla en el mar de Alborán.

La fractura produce escasa deformación en el fondo marino, aunque sí “terremotos de magnitudes relativamente altas”, como el de magnitud 6,3 en la escala Richter que afectó a la ciudad de Melilla y varias zonas de Andalucía el 25 de enero de 2016. Los resultados de esta investigación, que aparecen publicados en la revista Tectonics, permiten establecer potenciales riesgos geológicos en el mar de Alborán.

El trabajo, que se enmarca en la campaña Incrisis de geología y geofísica marina llevada a cabo a bordo del buque Hespérides en mayo de 2016, sitúa la nueva falla en los límites entre las placas tectónicas euroasiática y africana en el mar de Alborán, la parte más occidental del Mediterráneo. Hasta ahora, la principal falla conocida en esta zona era la de Al-Idrisi.

“Tras el terremoto de enero de 2016, que causó daños notables en Melilla y otras  ciudades marroquíes, nos propusimos cartografiar el fondo marino y estudiar la sismicidad de la zona, ya que esta no se correspondía con la posición de la falla de AlIdrisi, que afecta a la zona central y sur del mar de Alborán. Nuestra investigación confirma que la sismicidad inicial está asociada a una falla en un estado inicial de formación, que tiene una dirección Noreste-Suroeste y que produce escasa deformación en el fondo marino”, indica Jesús Galindo-Zaldívar, investigador en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro mixto del CSIC y la Universidad de Granada) y principal autor del trabajo.

Entre las conclusiones del estudio, destaca también que continúa la formación del arco de Gibraltar entre Iberia y África con la migración de la deformación tectónica hacia el este. En cuanto a la sismicidad, esta se extiende también hacia el Norte, afectando a la región del Campo de Dalias, en Almería.