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Denuncian avalanchas y caos en un cotillón de fin de año en Espartinas

Las personas afectadas por la avalancha en la fiesta organizada la pasada Nochevieja en la Hacienda Azahares de Espartinas han denunciado lo ocurrido en la Jefatura de la Policía Local de Espartinas a primera hora de la tarde de ayer.

Desde las 17:00 horas estuvieron declarando en dependencias policiales numerosos jóvenes que habían estado presentes en la fiesta de Fin de Año organizada por «Todo Eventos Spain S.L» el pasado 31 de diciembre en una finca de la localidad sevillana.

«El derrumbamiento del guardarropa  se produjo a las 7:00 de la mañana y no a las 5:00 como están asegurando desde la organización. Vivimos momentos de tensión, mucha angustia y miedo», cuenta uno los jóvenes tras poner la denuncia. Él acudía a la fiesta con su novia. Asegura que las colas para entrar en el recinto eran interminables, también para llegar a las barras. Los autobuses, que venían desde diferentes puntos de Sevilla, no podían acceder por el camino que lleva a la Hacienda debido a la estrechez del mismo. La gente tuvo que bajar del autobús a mitad de trayecto y recorrerlo a pie, sin apenas ver. «Luego hemos recapacitado. El acceso era difícil para cualquier vehículo en caso de emergencia», nos sigue contando el mismo chico.

Sevilla Actualidad: La organización de la fiesta habla en su página web de varias pistas, con escenarios y zonas habilitadas para bailar, ¿es así?

Denunciante: No era así, para nada. Solo había una pista y dos carpas. Había una gran desorganización y un gran caos en todo lo referente a la seguridad.

SA: ¿Cómo te enteraste de esta fiesta y cuánto has pagado por la entrada?

D: La fiesta estaba anunciada en redes sociales. Yo pagué 42’50 euros y compré mi entrada en noviembre. Pero a medida que pasaban las semanas el precio de las entradas iba subiendo. Sé de personas que han pagado 80 y 90 euros por entrar. Además, allí mismo, la misma noche del 31, se estaban vendiendo entradas.

SA: ¿Cómo fue el acceso al recinto?

D: No había porteros suficientes. Éramos unas 3.000 o 3.500 personas. No había ningún tipo de control a la hora de entrar, ni se cacheaba ni se pedía DNI a nadie.

SA:¿Crees que había menores de edad?

D: Por supuesto, estoy seguro, no se controló la entrada. Es muy posible que entrasen chicos menores de edad.

SA: ¿Había presencia policial?

D: Al principio de la noche vimos a una pareja de la Guardia Civil en la entrada del camino hacia la hacienda. Cuando empezó la movida los llamamos y vinieron varias patrullas de la Guardia Civil, pero no podían entrar al recinto porque supuestamente era una fiesta privada.

«Imperaba la ley del más fuerte»

 

Otro  joven acudía la Policía a denunciar que había perdido las llaves de su casa y la cartera en la avalancha del guardarropa. «Las llaves del coche estaban en mi chaqueta. La llave solo cuesta 150 euros», afirma tras haber vivido momentos de tensión en el cotillón. «El guardaropa Se vino abajo en cuestión de segundos hiriendo a una chica en la cara y a otra en el cuello. Todo era un desastre, nadie respondía por nada», critica.

«La capacidad del recinto es para 500 personas en cada salón y 600 en el exterior. Éramos más de 3.000 personas. Hemos tenido mucha suerte», declaró otra de las jóvenes afectadas.

Testigos presenciales afirma que «solo contaban con 10 camareros para una zona en la que había 1000 personas». «Algunas personas se colaron a zonas VIP debido a la falta de control por parte de la empresa de seguridad».

«Avalanchas, en los autobuses no se cabía, la gente iba entrando a empujones. En algunos momentos de la noche estábamos atrapados en las barras o en zonas de altura peligrosas. Allí imperó la ley del más fuerte. Si podías empujar para salir lo hacías y si no te quedabas en el sitio. Algunas chicas sufrieron crisis de ansiedad. Una pesadilla, eso es lo que fue la fiesta de Nochevieja. Las puertas de emergencia estaban bloqueadas con mesas porque se ve que habían apilado allí los muebles para tener más espacio en los salones».

La empresa no responde los mensajes ni las llamadas

Los denunciantes han intentado ponerse en contacto con la organización del evento llamando al teléfono que en la página de la empresa se había facilitado para la ocasión. «No nos cogen el móvil ni contestan a los mensajes que hemos estado enviando estos días para pedirles explicaciones. No han sido capaces de dar la cara», lamentan.

Por su parte, el Ayuntamiento de Espartinas se ha posicionado a última hora de la tarde. En un comunicado ha indicado que el cotillón de Fin de Año en Los Azahares reunía todos los requisitos legales para celebrarse. No obstante la Policía Local de Espartinas había entregado un informe negativo al consistorio en el que advertía de los posibles peligros y de la carencia de medios.