La misión humanitaria que partió de la escuela SAMU de Gelves para ayudar a Ucrania ha sido la primera ONG extranjera en instalarse en Issacea (provincia de Tulcea, Rumanía), ciudad fronteriza entre los límites ucranianos y rumanos. Hasta llegar allí, el periplo de las ocho personas voluntarias que partieron de la localidad aljarafeña el pasado 2 de marzo «no ha sido fácil», explica Borja González de Escalada, vicepresidente de la Fundación SAMU. Quien espera que esta semana «se una otro grupo para prorrogar la operación».
El SAMU de Gelves por tierra, mar y aire
Hace tres semanas, un grupo de ocho personas formado por enfermeros, médicos, técnicos de emergencias sanitarias y educadores sociales, entre los cuales se encuentran tres alumnos de la escuela, emprendieron un periplo para auxiliar a refugiados de Ucrania que les ha hecho viajar por tierra, mar y aire. «Cogimos el avión y dormimos en Múnich. Al día siguiente, otro hacia Bucarest y entonces alquilamos dos vehículos para llegar a Issacea e instalarnos».
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