Caza aves protegidas Aljarafe

Guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Aznalcóllar investigan a un vecino de Benacazón por un delito contra la flora y fauna silvestre al cazar aves protegidas.

Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de Aznalcóllar localizan en el término municipal de Sanlúcar la Mayor un vehículo estacionado en un camino rural cercano a la autovía A-49, sin ocupante a la vista. Los agentes averiguan que dicho vehículo se encontraba relacionado con una actuación penal en materia de caza, concretamente de aves protegidas (fringílidas).

Acto seguido, la Guardia Civil realiza una batida a pie de los cultivos de olivos cercanos al vehículo, localizando a un ciudadano andando en dirección al vehículo y que porta a la espalda una mochila, en una de sus manos una jaula y en la otra, varios palos, siendo el mismo sorprendido cuando ya abría e introducía los bultos que resultaron ser artes de caza prohibidos: (redes abatibles de nylon, cuerdas y palos para su uso), portando en una jaula cinco jilgueros (carduelis carduelis) vivos.

Cantos grabados para atraer a los pájaros

En la mochila llevaba una bolsa blanca de plástico en cuyo interior había: 15 verdecillos (Serenus Serenus) 2 verderones (chrolis chrolis), 7 jilgueros (carduelis carduelis), y una especie aún por identificar exactamente, probablemente mosquitero (phylloscopus sp.), pero igual que el resto, todos muertos.

Además el hombre portaba un reclamo electrónico, ocultado en el interior de una caja artesanal, con sonidos grabados de cantos de diferentes especies de las que llevaba capturadas.

Los especímenes de jilgueros capturados vivos en la jaula fueron devueltos por la Guardia Civil al medio en ese mismo momento a fin de evitarles un sufrimiento innecesario.

Al identificarlo los agentes, resultó ser un individuo reincidente en la comisión de este tipo de delitos contra la flora y fauna silvestre, decomisando las artes y medios prohibidos, así como los especímenes muertos,.

Por estos hechos, la Guardia Civil atribuye a este hombre, reincidente y vecino de Benacazón, la autoría de un delito contra la flora y fauna silvestre, en calidad de investigado, remitiendo las diligencias y gestiones sobre el grado de protección de las especies cazadas, a la Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla.