La Orquesta de Cámara de Bormujos reanuda su actividad con una nueva temporada de al menos siete conciertos, después de un año de parada a consecuencia de la crisis sanitaria.

Su director, Alberto Álvarez Calero, que recientemente se estrenaba como director de ópera en Bulgaria, califica esta vuelta como especialmente emotiva, ya que la “tuvimos que frenar en seco justo cuando la Orquesta se encontraba en su etapa de mayor progresión desde que se fundó en 2016, con muy buenas perspectivas de futuro y una vez que se había fidelizado un público procedente de toda la provincia”.

El arranque de este IV Ciclo de Conciertos en CEU se asume “con la misma ilusión que o incluso más que el primer día –señala el director de OCB– y tras una experiencia dolorosa para todos, pero en la que los músicos de la orquesta no hemos cesado en nuestro empeño por seguir formándonos”.

Además de los conciertos en Bormujos, organizados por el Ayuntamiento de la localidad, en colaboración con la Fundación San Pablo CEU, la OCB debutará también en la programación del Espacio Turina.

Una sinfonía recuperada de Gyrowertz

La nueva programación de esta orquesta sevillana está llamando la atención por la calidad y el equilibrio de sus propuestas. Destaca especialmente, el arranque de la temporada el 16 de octubre a las 19;30, con la recuperación de una sinfonía del compositor checo Adalbert Gyrowetz (1763-1850), afincado en Viena a principios del s. XIX. La Orquesta de cámara de Bormujos ya tocó hace dos años una sinfonía de Paul Wranitsky, así como una sinfonía de Gyrowetz, de la que no constaba que se hubiera interpretado en tiempos presentes: la Sinfonía nº 1 en Mi Mayor, Libro I. En su primer concierto esta agrupación, de unos treinta músicos (en su versión más extensa), hará lo mismo con otra sinfonía de Gyrowetz, la Sinfonía en Re Mayor op. 13 Libro I.

Este compositor, antes de vivir en Viena, estuvo moviéndose entre los mejores círculos musicales europeos. En París llegaron a publicarse una sinfonía suyas con el nombre de Haydn. Eso de cambiar la autoría de las obras ocurría a veces en esa época, con el fin por parte de los editores de conseguir más ventas. Es la titulada en el catálogo de Haydn como la Sinfonía en Sol Mayor, RicG G1, que es en verdad la Sinfonía Concertante nº 20 de Gyrowetz, un compositor injustamente olvidado.

Compuso unas 60 sinfonías y unos 60 cuartetos de cuerdas. No han quedado muchas de esas obras, y son muy escasas las que se han grabado o interpretado en la actualidad.

Otras obras poco escuchadas por el gran público y que interpretará la Orquesta de Cámara de Bormujos

En el segundo concierto de la temporada de esta orquesta,  el 20 de noviembre, se interpretará una sinfonía de Anton Eberl (1765-1807), la Sinfonía en Mi bemol Mayor, op. 33. Nació dos años más tarde que el citado Gyrowetz, pero por el contrario murió joven. Sí hay en esta ocasión algunas grabaciones actuales de dos de sus sinfonías, la ya citada y la op. 34. No obstante, llama la atención que estas sinfonías de Eberl no se programen habitualmente, a pesar de la brillantez de muchos de sus pasajes.

También destaca en la temporada de la Orquesta de cámara de Bormujos una sinfonía de Chevalier de Saint-Georges (1745-1799), el compositor a veces apodado como el “Mozar negro”, por su raza negra. De origen caribeño, este músico era bastante conocido en los círculos musicales parisinos de finales del s. XVIII. Fue él quien invitó a Haydn a que tocara en la capital del Sena, y que compusiera las llamadas Sinfonías “París”. 

Una obra algo más conocida, o al menos entre los contrabajistas, es el Concierto para Contrabajo y orquesta en Re Mayor de Johann Baptist Vanhal (1739-1813).

Como algo totalmente distinto a estas últimas piezas de estilo clásico, se ha programado también una obra actual, el Concierto para marimba y orquesta nº 1 de Rosauro (1953), con unas armonías bien sonantes y atractivas para el gran público.

Solistas de calidad en la programación de la Orquesta de cámara de Bormujos

La participación de solistas de calidad que colaboran con esta orquesta está atrayendo a su vez a más músicos que llevan ese perfil hasta el punto de que para la temporada 22/23 participarán músicos de la Filarmónica de Londres, que se han ofrecido para tocar con la OCB. Algunos de esos solistas son de la Sinfónica de Sevilla, o bien destacan dentro del panorama musical hispalense.

Este año se contará con el clarinetista José Antonio Odriozola, el trompista Manuel Enamorado, la pianista Yolanda Sánchez, la violinista Katarzyna Wrobel, o el percusionista José Antonio Moreno.

La Orquesta de Cámara de Bormujos, mirando hacia delante

Los músicos de la Orquesta de cámara de Bormujos son en su mayoría profesores de música, o jóvenes de importante trayectoria. También participan algunos miembros de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. El director de la OCB es desde su fundación Alberto Álvarez, que ha situado a la orquesta en un destacado lugar y que aspira a nuevos horizontes, pese a su limitado presupuesto, para esta formación instrumental