Después de la asamblea llevada a cabo por los padres para denunciar el clima de agresiones, robos y amenazas juveniles en el Alcalá, el alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, aseguró todo lo contrario en un encuentro donde trató de cambiar la sensación popular de inseguridad. y que no ha conseguido paralizar la movilización vecinal con una manifestación para mañana. El edil socialista confirmó un descenso en el índice de delincuencia ciudadana. El PP ha tachado de “frivolidad” las palabras de Limones y le remite un escrito con seis medidas para “combatir y prevenir la violencia”.

Sevilla Actualidad. Discurso triunfalista cuanto menos, el del alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, que no ha conseguido tranquilizar a los padres que ya preparan una manifestación mañana por la tarde de la Casa de la Cultura al Ayuntamiento.

 

El tema de la seguridad sigue jugándole una mala pasada. En concreto, fue una paliza a un joven de 16 años por parte de alrededor de 20 menores que tuvo lugar la madrugada del pasado sábado 7 de marzo, la que puso en vilo la preocupación  de los ciudadanos alcalareños por las agresiones, robos y amenazas en la ciudad.

Tras el suceso, varios padres se reunieron en la Casa de la Cultura para poner en común sus experiencias de agresiones a niños y jóvenes. En ella, decidieron crear una plataforma contra la violencia juvenil y hacer una manifestación mañana jueves. Los vecinos asistentes mostraron temor e impotencia ante las diversos grupos dedicados a propinar palizas, amenazas y delinquir contra los ciudadanos.

A pesar de los preocupación de los vecinos de la ciudad, el alcalde alcalareño celebró ayer una rueda de prensa, donde aseguró que  el índice de delincuencia en la ciudad ha bajado considerablemente con respecto a años anteriores y que las medidas de coordinación entre los Cuerpos de Seguridad permitirá seguir obteniendo buenos resultados.

El encuentro, en el que estuvieron además presentes el Comisario Jefe Provincial, Juan Rojo, el Comisario de la Policía Nacional de Alcalá, Francisco Durán y el Inspector Jefe de la Policía Local, Miguel Montoro, así como al delegado de Seguridad Ciudadana, Manuel García Torres, sirvió de intento por parte del Ayuntamiento alcalareño, para tranquilizar a los padres, y evitar así la movilización prevista mañana, por parte de numerosos padres del municipio.

 

Con respecto al suceso del joven agredido, el edil socialista consideró que es “un hecho puntual que, en ningún momento debe tener un reflejo generalizado que suponga trasladar a la opinión pública mensajes que no son verdad ,como el que existen bandas en la ciudad, y sobre todo ante la situación de sensibilidad que estamos viviendo hoy día en todos los temas relacionados con los jóvenes y la violencia”.
 
Por su parte, Francisco Durán, también ha acallado el hecho asegurando que Alcalá está, efectivamente en el ranking de ciudades medias con buena seguridad y que ha avanzado en los últimos años. Esta misma semana, que está previsto incorporar otros 9 agentes  de la Policía Nacional y dice haber expectativas de continuar en aumento.

Las palabras de Limones, lejos de inspirar confianza, han evidenciado la propia inseguridad de los representantes políticos ante los sucesos, máxime cuando el delegado de Seguridad, Manuel García Torres, cuenta con sentencias por vulnerar el Derecho sindical, y numerosas quejas por la organización de la Policía Local, por lo que el clima más que inspirar seguridad, provoca desconfianza de propios y extraños.

 

Así, el Grupo Popular de Alcalá, por medio de su portavoz, Javier Jiménez, ha calificado de “frivolidad” las declaraciones por el alcalde socialista. Asegurando que “cada semana son varias las agresiones a jóvenes en nuestra localidad” y ha indicado que “el temor a represalias hace que no denuncien a sus agresores y que no salga a la luz pública, por lo tanto las estadísticas oficiales sólo reflejan una parte de la realidad”.
 
Además de ello, Jiménez ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Alcalá para que medie efectivamente en los problemas de violencia callejera. En él, señala que “son muchos los padres y los jóvenes que sienten que Alcalá no es una ciudad segura”, mostrando como ejemplo la masiva asamblea celebrada en la Casa de la Cultura.

El informe fija también las zonas en las que son “agredidos y acosados los jóvenes” estos es, el parque del centro por la tarde, la calle Mairena a la altura de la Callejuela del Carmen y el Pasaje Pinto, los viernes al atardecer o el callejón del Huerto los fines de semana por las noches.

Una vez remitida su preocupación por la situación alcalareña,  el escrito de Jiménez expone seis propuestas para “combatir y prevenir la violencia” tales como:

a)Que se promueva desde el Ayuntamiento la redacción y puesta en marcha de un plan específico para prevenir y combatir la violencia juvenil.