El Partido Andalucista de Alcalá de Guadaíra ha considerado como vergonzoso el hecho de que el gobierno de Antonio Gutiérrez Limones acepte un coche para hacer test de alcoholemia, mientras mantiene en su cargo al delegado de Seguridad, Tráfico y Policía Local, Manuel García Torres, multado por conducir ebrio hace un año.
Sevilla Actualidad. El PA de Alcalá considera un hecho vergonzoso que el alcalde de la ciudad, Antonio Gutiérrez Limones, haya aceptado un coche para realizar test de alcoholemia, por parte de la Policía Local, mientras mantiene en su cargo como delegado de Seguridad, Tráfico y Policía Local, Manuel García Torres, multado por conducir bajo los efectos del alcohol hace un año.
“Esto no hace más que convertir el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en una institución incoherente y chapucera, lo que repercute en la imagen de la democracia alcalareña y mancha el buen nombre del Ayuntamiento”, ha manifestado Francisco Rubio, portavoz del PA en Alcalá.
Ayer se cumplió un año de la multa impuesta al delegado por conducir bajo los efectos del alcohol, pues duplicaba la tasa de alcohol, después de salir de la Feria de Alcalá. Este, acompañado por el alcalde, coincidió además en un dispositivo especial de seguridad con motivo de la fiesta y de las elecciones al Parlamento, cuyo responsable era él.
En su momento, el PA ya pidió el cese del delegado y ahora, Francisco Rubio, siente vergüenza de que el gobierno socialista pretenda realizar controles de alcoholemia, mientras el delegado y responsable de esos dispositivos, fuera multado hace un año por conducir bajo los efectos del alcohol. Para Rubio todo esto provoca una falta de coherencia y de seriedad en la imagen de la Policía Local y del Ayuntamiento de Alcalá.