Según el colectivo de alcalareños ‘Andaluces de Alcalá’ el Plan General de Ordenación Urbana se relaciona más con el modelo de desarrollo neoliberal. Critican que Los Alcores o el río Guadaíra se queden fuera de ese contenido reivindicativo que aboga el PGOU.
Sevilla Actualidad. Para el colectivo de alcalareños ‘Andaluces de Alcalá’ el Plan General de Ordenación Urbana se adapta mejor a un modelo de desarrollo neoliberal. Pues para ‘Ecologistas en acción’ la Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada recientemente en Copenhague no ha emitido un compromiso serio por parte de los países occidentales neoliberales, que según ellos deberían cambiar el modelo existente.
El PGOU constituiría más una pieza de la Gran Sevilla, es decir de un área metropolitana, que según este colectivo estaría diseñada por las especulaciones, constructoras y las grandes multinacionales de la distribución y todo ello contando con la aprobación de las grandes Administraciones. En cambio, las reivindicaciones sociales como los parques Culturales del Aljarafe y Los Alcores o la recuperación del río Guadaíra, no entran dentro de esa lista de prioridades y “se dilatan en el tiempo”.
También hablan de la futura construcción de instalaciones para almacenar productos de importación, viviendas como las 3.500 que se construirán en Guadaíra Sur o en la zona de Zacatín, y en cambio, zonas como Tecnópolis o lo que ellos llaman “áreas de oportunidad” no entran dentro de esta política de urbanización. Tampoco obvian la construcción de casas de lujo en Los Alcores, campo de golf, la colocación de cinco puentes en el Guadaíra y la posibilidad de una futura colocación de otro más o la construcción de un centro comercial y de ocio.
Son también elementos de un modelo neoliberal en Alcalá la creación de nuevas carreteras, lo que conlleva más consumo energético, la plantación en ciertas avenidas, plazas o rotondas de césped nórdico y lo que ellos observan como un abandono del patrimonio arqueológico de Alcalá. Se trata de un modelo que según este colectivo impide “reconocer si estamos en Alcalá de Guadaíra o en alguna urbanización sin identidad en cualquier ciudad del mundo”.