El concejal de la PP de Alcalá, Miguel Ángel Castillo, pidió en el Pleno de enero, el cumplimiento, por parte del Ayuntamiento alcalareño, de las ordenanzas municipales sobre ocupación de la vía pública. Según el concejal popular, entre los “muchos” edificios que incumplen esta normativa, se encuentran algunos de carácter municipal, como el nuevo mercado de abastos.

Sevilla Actualidad. El Partido Popular de Alcalá ya está harto de que no se cumplan debidamente desde el Ayuntamiento, las ordenanzas municipales de ocupación de la vía pública, en lo que respecta al vallado de las obras de edificios y solares en la localidad. Por ello, en el Pleno del pasado día 15 de enero, el concejal popular, Miguel Ángel Castillo, rogó que desde la alcaldía se cumpliera con el artículo 11.3 de estas ordenanzas.

En dicho artículo, se indica que “una vez finalizada una obra o desde el momento que transcurra un mes sin dar comienzo las obras, o estén interrumpidas, deberá suprimirse
la valla y dejar libre la acera al tránsito público”. Según Castillo, esta normativa se incumple en muchos edificios de la ciudad. Incluso en “algunos edificios de carácter municipal, como es el caso del nuevo mercado de abastos”, en el que a pesar de haber finalizado las obras, “aún no se ha retirado el vallado que ocupa toda la acera y que obliga a los viandantes a tener que cruzar por la calzada”.

El edil popular ha señalado además, que muchas obras han quedado paralizadas como consecuencia de la crisis de construcción que vive el país, dando como ejemplo, una obra localizada en la calle alcalareña Nuestra Señora del Águila, concretamente frente al teatro Gutiérrez de Alba. “Esta edificación, situada en un lugar muy complicado para los peatones, lleva paralizada más de seis meses, y aún no se han retirado las vallas”, afirmó Castillo al equipo de gobierno socialista.

Por último, el concejal del PP lanzó otro dardo contra la Delegación de Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Alcalá, al reprochar que no está haciendo nada por cumplir con la normativa indicada en el artículo 11.1 de las ordenanzas, en las que se recalca que “en toda construcción que afecte a las fachadas habrá de colocarse una valla de protección de dos metros de altura como mínimo, de materiales que ofrezcan seguridad y conservación decorosa”. Ya que, según Castillo, las vallas que se utilizan suelen ser “móviles y muy vulnerables” lo que permite que “se originen vertederos de basura”.

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