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PP, IU-AA y PA critican el «pacto encubierto» entre Ciudadanos y dos concejales de Alcalá Puede con el PSOE. Un edil de Podemos señala que las dos concejalas han apoyado al PSOE «al margen de la asamblea».

La situación en la política de Alcalá de Guadaíra vuelve a tensarse tras el último Pleno, celebrado este jueves donde los votos de las dos concejalas de Ciudadanos y dos de las ediles de Alcalá Puede han permitido al Gobierno municipal socialista aprobar una de los puntos más controvertidos del actual mandato: la transferencia de casi 785.000 euros a la sociedad instrumental Innovar en Alcalá S.L pese a la negativa del interventor municipal.

El Partido Popular de Alcalá de Guadaíra ha manifestado este viernes a través de una nota su «indignación» por el papel «bochornoso» que jugaron ayer en el Plenp las concejales de Ciudadanos al secundar «incondicionalmente todas y cada una de las propuestas» del PSOE de Gutiérrez Limones. De esta forma, «se ha constatado lo que hasta la fecha era una conjetura: el pacto encubierto de esta formación con el PSOE».

Para los populares, el papel de Ciudadanos en el pleno de ayer «ya estaba más que cocinado». A tal punto llegó la «actitud ridícula» de las concejales de Ciudadanos, que en una votación «no lo hicieron en el mismo sentido que el PSOE, pero al tenerse que repetir la votación, ya si se fijaron en lo que tenían que votar y lo hicieron junto al PSOE».

Por su parte, IU-AA ha cargado duramente contra las dos ediles de Alcalá Puede escindidas de Podemos, Jesica Garrote y Sheila Carvajal, cuyos apoyos permitieron al PSOE sacar adelante sus propuestas. «Gracias a la venta al PSOE de estas dos concejalas de Alcalá Puede, el servicio de recaudación de impuestos volverá a estar controlado por el Opaef de la Diputación Provincial, algo enormemente perjudicial para las arcas municipales. Y la sociedad Innovar en Alcalá SL, que está siendo investigada por corrupción, ha conseguido una inyección extra de 784.980 euros para paliar el déficit acumulado debido a una nefasta gestión», dice IU-AA en un comunicado.

Desde IU-AA lamentan «profundamente que concejalas que han llegado al Ayuntamiento gracias al aval de Podemos, se hayan desmarcado de esta forma tan clara de su formación y se hayan alineado con el PSOE, entregándole la mayoría absoluta a Limones a cambio de un sueldo».

De su lado, el PA avisa de que «Ciudadanos ha estafado a los alcalareños y las dos concejales huidas de Podemos, Jéssica Garrote y Sheila Carvajal, han traicionado la voluntad de cambio en la mayoría de los vecinos de Alcalá». Los andalucistas han recordado que «la investigación judicial de ACM tendrá consecuencias para el PSOE de Alcalá, y de estas habrán sido partícipes tanto Ciudadanos como Garrote y Carvajal».

«Limones ya puede dedicarse a su campaña electoral para irse a Madrid, porque las únicas dos cuestiones que nos quedan por saber es si Ciudadanos, Garrote y Carvajal, formarán parte del nuevo gobierno del PSOE y si la nueva alcaldesa será Miriam Burgos o Ana Isabel Jiménez», señalan los andalucistas en una nota.

Desde Podemos aseguran que las ediles han votado en contra de lo decidido en asamblea

Aticus Méndez, miembro del consejo ciudadanos de Podemos en Alcalá y concejal de Alcalá Puede en el Ayuntamiento alcalareño, ha manifestado este viernes a agencias que tanto él como el también concejal Pedro Nieto votaron en contra de la controvertida modificación presupuestaria promovida por el Gobierno socialista de Antonio Gutiérrez Limones, para inyectar fondos a la sociedad municipal Innovar y al Teatro-Auditorio Riberas del Guadaíra, merced a lo acordado por la «asamblea» de la formación, donde «se decidió el sentido del voto» de los concejales de Alcalá Puede.

Frente a esta divergencia en los votos de los concejales de Alcalá Puede, acontecida después de que Jesica Garrote y Sheila Carvajal se desvinculasen de Podemos pero no renunciasen a sus actas de concejal ni pasasen al grupo mixto como ediles no adscritas, Aticus Méndez ha defendido que los concejales de Alcalá Puede deben tener a su «asamblea como referente» y ellas «no sé cómo han decidido su voto».

Méndez tiene claro que el voto de estas ediles no responde a una decisión adoptada «de forma asamblearia». Su modo de proceder, a su juicio, «no cumple la filosofía y el modelo de actuación que les ha llevado al pleno».