La juez ha procesado a tres de los cuatro imputados por homicidio imprudente y un delito contra el medio ambiente.

La juez de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaíra ha procesado a tres de las cuatro personas imputadas por la muerte en diciembre de 2013 de tres miembros de una familia de Alcalá de Guadaíra tras una intoxicación inhalatoria con fosfina procedente de unos tapones de plaguicida almacenados en el cuarto de baño de su vivienda.

La juez de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaíra ha dictado auto de procedimiento abreviado contra estos tres imputados por tres delitos de homicidio imprudente y un delito contra el medio ambiente, entre los que se encuentran la gerente de la empresa de gestión de residuos peligrosos Alansu S.L. y al encargado de la chatarrería Reciclados Nivel, según informan agencias.

Asimismo, la juez ha acordado archivar la causa respecto a un cuarto imputado por no resultar acreditada su participación en los hechos. En su declaración, la gerente de la empresa de gestión de residuos peligrosos imputada aseguró que los tapones «fueron sacados» de la empresa «sin su consentimiento» en diciembre de 2013.

El encargado de la chatarrería Reciclados Nivel afirmó en su declaración que desconocía que la partida de 1.000 kilogramos de botes de fosfuro de aluminio que le llegó procedente supuestamente de la empresa de gestión de residuos estuviera contaminada.