Iniciado desde muy pequeño en la danza de la mano de Pepe Ríos, el bailaor alcalareño recibe el premio en la modalidad de Interpretación, haciendo una mención especial a sus maestros.
Cristina Domínguez. “Recibir este galardón ha sido hermoso y una gran sorpresa” afirmaba ayer el nuevo Premio Nacional de Danza al conocer la noticia. Javier Barón comenzó en el mundo del baile cuando tan sólo era un niño, momento en el que empezó a mostrar su pasión por el baile y la voluntad de aprender todo cuanto estuviera a su alcance.

Para el sevillano, este galardón ha significado un hito “fundamental” en su carrera. Carrera que comienza en Sevilla de la mano de Pepe Ríos y que posteriormente continuará en Madrid, donde empezará su camino por las compañías profesionales de Luisillo, Rafael de Córdova, Ciro y Rafael Aguilar, hasta su ingreso en el Ballet Nacional de España en 1981, bajo la dirección primero de Antonio Ruiz Soler y después de María de Ávila en la que se alzaría con la condición de solista.

Asimismo, indicó que el galardón le da “mucha energía y fuerza” para continuar con los proyectos de su compañía de cara a los próximos años. Su compañía, fundada en 1997, se puso en marcha con el montaje ‘El pájaro negro’, estrenado en el Teatro Central de Sevilla y que contó con la colaboración especial de Ramón Oller. Desde entonces varios espectáculos conforman su impronta: ‘Sólo por arte’ (1998), ‘Baile de hierro, baile de bronce’ (2000), ‘Dime’ (2000), ‘Notas al pie’ (2004) y ‘Dos voces para un baile’ (2008).

El sevillano, que fue nombrado director del Taller de Creación en danza flamenca del Centro Andaluz de Danza en 1995 y que recibió el II Giraldillo de Baile en la V Bienal de Flamenco en 1988, afirmó que su baile siempre ha estado definido por una línea “clásica, pero muy trascendente”, en la que siempre ha perseguido el riesgo. “Creo en lo que hago, en la dignidad de ello y en el riesgo, pues toda la técnica y la experiencia que se ha ido adquiriendo a lo largo de los años, hay que expresarla luego sobre las tablas”, indicó.

Además, el nuevo Premio Nacional de Danza quiso dedicar el galardón a sus maestros, por lo mucho que le han aportado como bailaor y como creador a lo largo de su carrera. Valoró especialmente sus años en el Ballet Nacional, donde aprendió a “apreciar otras disciplinas además del baile flamenco”.

El jurado que ha concedido el premio al sevillano, afirma haberlo galardonado “por su aportación al flamenco desde la danza española y por su dedicación a la investigación de estéticas en el flamenco, desde la ortodoxia y el conocimiento de este arte”.

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