Audiencia Provincial de Granada / SA

Ayer, día 4 de noviembre, comenzó en el Juzgado de lo Penal 2 de Granada el juicio contra el expolicía local de Alcalá que ocultó a sus dos hijos durante varios días para no devolvérselos a la madre en Granada. El acusado justificó sus actos señalando que lo hizo para pasar más tiempo con ellos antes de entrar en la cárcel por la condena por un delito de violencia de género que cumple en la actualidad.

En sus declaraciones, se mostró arrepentido por lo ocurrido, indicando que se equivocó pero especificando que no ser «un buen padre» no lo convierte en un «delincuente». El juicio ha quedado visto para sentencia después de que las partes hayan elevado a definitivas sus conclusiones, según ha adelantado Europa Press.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la progenitora piden una petición de 17 años de prisión por la presunta comisión de delitos de sustracción de menores y de lesiones psíquicas contra los pequeños y su expareja. Por su parte, la defensa sostiene que todo se trata de una «persecución orquestada» contra el acusado, y la libre absolución del mismo.

Los hechos

Según el relato del acusado, padecía de trastornos psíquicos y tenía problemas con el alcohol cuando ocurrieron los hechos, en diciembre de 2017. El expoliciía era conocedor de que tenía que ingresar en prisión para cumplir una pena de 2 años y diez meses de cárcel por malos tratos y vejaciones a su exmujer en presencia de los menores.

El acusado hizo caso omiso de entregar a sus hijos menores en el punto de encuentro familiar en Granada después de pasar unos días con ellos por Navidad. Así, los mantuvo ocultos varios días en la vivienda de su pareja sentimental en Dos Hermanas «sin dar señal alguna» de su localización, según especifica el relato de los hechos de la Fiscalía. Posteriormente, durante los primeros días de enero de 2018, la pareja del acusado comunicó a la Policía los hechos, y varios agentes recuperaron a los menores del lugar donde estaban ocultos.

La Fiscalía señala que el acusado mantuvo a los niños ocultos con él en Dos Hermanas sabiendo que ocasionaría «desasosiego e inquietud». Para evitar ser descubierto se ocultó con ambos en el domicilio de su pareja, donde fue detenido el 2 de enero. Según el escrito, el acusado propuso a sus hijos «fotograarlos tirados en el suelo y manchados con sangre» para enviar las fotos a su madre y publicó en redes sociales que habían aparecido muertos. El Ministerio Público ha solicitado que el exagente, que tiene otras causas pendientes y permanece en prisión, se mantenga alejado de la mujer y de los menores durante cinco años y que se le retire la patria potestad por diez años.