El acceso al nuevo estadio de Alcalá no cuenta con las medidas mínimas necesarias para permitir el acceso de vehículos de emergencia al terreno de juego.
El nuevo estadio de fútbol de Alcalá de Guadaíra, en uso desde las elecciones locales, no cuenta con un acceso adaptado para vehículos de emergencia al terreno de juego, lo que supone un impedimento para la seguridad de jugadores y espectadores, en caso de que algún vehículo debiese acceder al citado espacio deportivo por casos de emergencia.
La denuncia la ha realizado la portavoz del Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Lola Aquino, que ha añadido que la circunstancia no es un detalle baladí, porque “en un partido reciente del CD Alcalá, un jugador local sufrió un desvanecimiento en el campo que tuvo que ser atendido con los servicios sanitarios del vestuario y no por los de la ambulancia, que se encontraba fuera sin poder acceder al recinto”. Añade Aquino que “afortunadamente el incidente se saldó sin mayor problema y el jugador volvió a la normalidad, pero ha servido para poner de manifiesto una importantísima carencia en materia de seguridad de esta nueva infraestructura municipal”.
Para Aquino, “no hay explicación posible para que una obra que ha costado casi dos millones y medio de euros presente semejante error de bulto”. Insiste la andalucista que “más allá de que la normativa pueda o no obligar a ello, a nadie se le escapa que unos centímetros más de puerta no deben ser impedimento para que se pueda contar con los mejores servicios de salud y seguridad en eventos de este calado”. Cabe recordar que en el anterior estadio, Francisco Bono, las ambulancias sí podían acceder sin problemas al terreno en caso de requerirlo.
La portavoz andalucista ha dado también a conocer que “pese a que el estadio está acogiendo partidos desde las elecciones de mayo, el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra sigue sin haber recepcionado las obras en su totalidad, lo que vuelve a dejar en evidencia, una vez más, las prisas electorales de Limones, y que su prioridad siguen siendo sus intereses políticos, por encima de los de la ciudad que debe gestionar”.