Es la fase más importante y se extiende hasta el mes de septiembre. Previamente, los servicios de extinción han desbrozado los pastos para evitar llamas de altura.
El verano es temporada alta de incendios y, lo mejor para evitarlos, es actuar para prevenirlos. En este sentido, el municipio de Alcalá de Guadaíra está realizando en estas semanas una campaña de prevención de incendios en sus Parques de Riberas. Un programa coordinado por la Gerencia de Servicios Urbanos, en colaboración con el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de la localidad, y centrado en el desbroce de las zonas verdes y el riego.
En este sentido, y según informa el Consistorio en nota de prensa, la campaña cuenta con dos fases, el desbroce y el riego, que se extienden durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
La primera etapa de la campaña, el desbroce, es una labor muy importante en la prevención de incendios. Consiste en cortar a ras de suelo los pastos para que, si se produce un incendio, las llamas no puedan tomar altura y no alcancen así ni árboles ni arbustos.
En cuanto al riego con agua no potable, que es la fase actual, es diario rotando por diferentes zonas. Todos los parques de ribera dentro del tramo urbano del río (La Nocla, Vista Alegre, Los Puentes-Castillo, La Retama, El Bosque, El Algarrobo, El Vivero, Oromana, San Francisco, San Juan y Benarosa) tienen su propio sistema de riego.
Estas labores son necesarias en una ciudad como Alcalá, que tiene más de 100 hectáreas de parques de ribera y 38 kilómetros de caminos naturales.
En los tres últimos años no se han producido pequeños conatos en el municipio gracias a campañas de prevención de este tipo. A esto ha ayudado, también, la meteorología, con algo más de lluvia que otros años y con temperaturas más suaves.
Mientras tanto, se recuerda a los ciudadanos que está prohibido hacer quemas controladas o depositar restos de podas en parcelas deshabitadas. Además, se aconseja no aparcar coches cerca de los pastos.