La mayoría absoluta del Parlamento, alcanzada con los 56 diputados del PSOE, otorgan a José Antonio Griñán el respaldo suficiente para nombrarle presidente andaluz, el cuarto en la historia de la autonomía. En la segunda sesión del Debate de Investidura, la oposición insistió en recordarle que no cuenta “con la legitimidad de las urnas” y que se lleva “la herencia” del millón de parados.
Lea el discurso de investidura de José Antonio Griñán
Antonio Campos/Agencias. Ya es, de manera oficial, el cuarto presidente de la Junta de Andalucía. Cuenta con el respaldo del Parlamento, concretamente, de los 56 diputados de la bancada socialista que ayer respaldaron, en forma de mayoría absoluta, la candidatura de José Antonio Griñán en la segunda sesión del Debate de Investidura.
Si alguien esperaba sorpresas saldría defraudado de la cita, porque al final no las hubo. Tal y como se preveía, la formación más votada en las pasadas elecciones de marzo de 2008 votaría ´Sí´ y la oposición votaría justo lo contrario, ´No ́. Ni siquiera Izquierda Unida mostró su respaldo al proyecto de gobierno del hasta ahora vicepresidente económico.
De esta forma, Griñán se convierte en el segundo presidente de la Junta en esta octava Legislatura después de que Manuel Chaves decidiera abandonar el cargo para viajar a Madrid y asumir la Vicepresidencia Tercera del Gobierno y el Ministerio de Política Territorial. Así, fue el propio Chaves quien planteó, con su marcha, ceder la jefatura del Ejecutivo andaluz a una persona muy cercana, al propio José Antonio Griñán, cerrando cualquier posible debate sobre su sucesión.
Este mediodía, el nuevo presidente tomará posesión de su cargo en la sede del Parlamento andaluz y, poco después, podría ya hacer oficial la composición de su equipo de Gobierno, de forma que durante la misma jornada del viernes jurasen o prometiesen su cargo en el Monasterio de Santa María de Las Cuevas de la capital hispalense.
Arenas le recuerda a Griñán que “no se ha ganado” la Presidencia
En cumplimiento del reglamento, los portavoces de los partidos de la oposición han tenido la oportunidad de rebatir las palabras del aún candidato José Antonio Griñán antes de que se votase su investidura como nuevo presidente de la Junta.
De esta forma, el presidente del PP-A, Javier Arenas, hizo uso de sus 30 minutos para recordarle a Griñán que «no se ha ganado» la Presidencia andaluza porque no cuenta «con la legitimidad de las urnas», al tiempo que le llegó a plantear que si se comprometía con que Andalucía tendrá elecciones autonómicas en solitario, el grupo popular no votaría en contra de su investidura. «Le han regalado la Presidencia de la Junta y se la ha regalado un amigo», dijo Arenas a Griñán.
«Estamos aquí porque el deseo de dos señores, Zapatero y Chaves, ha pesado más que la voluntad de más cuatro millones de andaluces expresada en las urnas», llegó a decir.
Al margen de las posiciones políticas, Arenas estimó que, no obstante, existe la necesidad de encontrar terrenos comunes en estos momentos de crisis, con lo que propuso al nuevo presidente acuerdos en materia de desarrollo del Estatuto; pacto local; reforma de la administración de justicia; financiación autonómica para que Andalucía sea la comunidad «que más gane», y para la defensa de los intereses de Andalucía en el ámbito de la UE. Le planteó, además, un acuerdo para «firmar un pacto para el empleo», que sin reformas, «sería una broma y un fraude».
La intervención de Arenas, no exenta de más de una confusión cuando aludía al “señor Chaves”, estuvo, por lo demás, marcada por las constantes interrogantes lanzadas al nuevo presidente: “¿Para cuándo las habitaciones individuales en los hospitales? ¿Para cuándo un ordenador por cada dos alumnos? ¿Para cuándo se va a destinar el 6% del PIB a Educación? ¿Cuándo va a traer los presupuestos al Parlamento? ¿Va a usar San Telmo?”.
Valderas: Griñán “es producto” del continuismo
Por su parte, el coordinador general de IULV-CA y portavoz parlamentario, Diego Valderas, consideró que Griñán sigue instalado en el continuismo «del que es producto», criticando que «no cambie ni el rumbo ni la orientación de la economía por ser preso de su trayectoria», lo que, según dijo, ha motivado que Izquierda Unida no le vaya a apoyar en su investidura.
Con todo, le deseó que “tenga más suerte como presidente de la Junta que como vicepresidente andaluz y consejero de Economía, sobre todo, porque usted se ha dejado a sí mismo como herencia un millón de parados”.
Por último, el portavoz del grupo socialista, Manuel Gracia, consideró un «insulto a la inteligencia y un desprecio al pueblo andaluz» que la derecha andaluza y española quiera «desprestigiar, ensombrecer y cuestionar la limpieza y legitimidad del proceso de investidura de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía».
A su juicio, Griñán ha hecho público ante la Cámara autonómica un proyecto «valiente y comprometido, que no conoce inercias ni servidumbres, sino que se atreve a intentar combinar lo mejor de la práctica política de corte socialdemócrata con lo mejor de los nuevos valores y prácticas cívicas de los sectores sociales modernos, creativos y solidarios que conforman la Andalucía de hoy».
Con todo, y antes de la votación, Griñán cerró el debate de investidura realizando una apuesta decidida por la «igualdad» y advirtiendo de que Andalucía «no cederá ni un milímetro ante lo que tenemos derecho». Reafirmó su apuesta por el consenso y el diálogo con la oposición, a la vez que aprovechó para destacar que la «voluntad de cambio, de transformación de la sociedad andaluza y la alianza del PSOE-A con el pueblo andaluz son las mayores garantías del éxito con el que pudo afrontar este mandato».
Así, Griñán destacó su apuesta por la igualdad de oportunidades, que es una «política transversal, ya que debe estar en todas las partes». «Hay que luchar por la igualdad de oportunidades en todas las partes, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y conseguirla con la práctica diaria», indicó el ya presidente de la Junta, que valoró el trabajo que ha venido realizando el Grupo Parlamentario Socialista, ya que «he sentido siempre su apoyo y sé que lo he encontrado con propuestas y contenido». «He sabido que siempre han dado un paso hacia el acuerdo», señaló Griñán, que no escondió que «de todos los grupos necesita la crítica».
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