El palacio de San Telmo es uno de los referentes del barroco andaluz más interesantes que existen en la ciudad de Sevilla. Sin embargo, es también una de las muestras patrimoniales más desconocidas. Con la puesta en valor del edificio se pretende realzar la belleza y el entorno que lo conforma, además de utilizarlo como sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, museo y centro de interpretación.
Diego López. Es para Sevilla una gran oportunidad de recuperar un palacio que significa para la historia de la ciudad un eslabón muy importante. San Telmo ha sido, universidad, palacio de los Montpensier, seminario y sede administrativa, entre otros usos. Eso ha dotado al edificio con diferentes giros dentro de su fisonomía que son dignos de elogios, y por que no de reconocimiento.

La lamentable situación en la que se encontraba ha hecho que desde hace varios años el recinto esté siendo sometido a una total restauración y adaptación para los usos que posteriormente albergará.

Los sevillanos de a pie, consideran que con este proyecto se dará a conocer al gran público uno de los edificios más reseñables del conjunto histórico-artístico del centro de la ciudad hispalense. “Sé que fue la residencia de María de las Mercedes, pero realmente no sé para que sirve el edificio, ni la historia del mismo”, asegura una viandante frente a San Telmo.

La musealización de parte del edificio servirá para rescatar del anonimato y poner en valor las piezas artísticas y la fábrica, en sí misma, del propio palacio. Con el centro de interpretación se pretende dar respuesta a las dudas que puedan surgir al visitante, además de tematizar y servir de complemento informativo a la explicación de las obras que alberga. Otro rincón interesante es la capilla que posee el edificio, en cuya restauración están interviniendo verdaderos profesionales que tienen como finalidad recuperar la riqueza que se haya en su interior y poner en valor su patrimonio.

Los diferentes usos que ha ido adquiriendo el palacio de San Telmo a lo largo de la historia, han hecho que su originalidad se haya visto truncada para ser un conjunto en el que las diferentes impresiones que se han llevado a cabo forman lo que es actualmente, de ahí que haya la necesidad de establecer un centro de interpretación que explique los acontecimientos que en el edificio han tenido lugar y como le han ido afectado en su esencia.

Es también positivo para Sevilla revalorizar este monumento, ya que comenzará a formar parte de la oferta turística de la ciudad, además de significar la recuperación de una parte de su historia. La ubicación de la sede de la Junta servirá de esta manera para mantener vivo el edificio. Así pues, serán más fáciles las tareas para su conservación y mantenimiento.

Según las oficinas de turismo de Sevilla, la puesta en valor de San Telmo será un aliciente más que el turista va a poder aprovechar, pero señalan que es quizás el propio sevillano que llevado por la curiosidad y el desconocimiento se acercará hasta el palacio para acercarse a su historia y lo que el edificio tiene que contar a todos aquellos que a diario pasean por sus alrededores mirando recelosos y a veces preguntándose a sí mismos, ¿Qué es ese edificio, para qué sirve y qué están haciendo en él? La culminación de las obras sabrán darle el lugar que le corresponde en la historia sevillana.

El turista también disfrutará con la ampliación de la oferta cultural que significa la musealización de San Telmo y apreciarán que el entorno de Puerta de Jerez gane en calidad no sólo visual, por la hermosura del entorno, sino por su patrimonio que es muy importante dando muestra de una parte arquitectónica desconocida, pero no por ello menos interesante. El barroco recuperará así también una de las muestras más interesantes con las que cuenta en la ciudad, que no son pocas. El turismo, San Telmo, los sevillanos y la propia ciudad ganan una parte de su esencia que se hallaba escondida.

Un poco de historia

El Palacio de San Telmo comenzó a construirse el 10 de marzo de 1682, en terrenos extramuros de la ciudad propiedad del Tribunal de la Inquisición para sede del Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes en la que se acogía y formaba a los huérfanos de los marineros.

Desde 1847 dejó de funcionar como Colegio de Náutica, teniendo en los años siguientes usos dispares como sede de la Sociedad del Ferrocarril y de la Universidad Literaria, encontrándose infrautilizado y con sus obras paralizadas. En 1849 es adquirido por los duques de Montpensier, que lo convierten en su residencia oficial.

Al fallecer en 1897 la infanta María Luisa de Orleans, lega el palacio a la Archidiócesis de Sevilla y cede sus jardines, que hoy forman el Parque María Luisa, a la ciudad de Sevilla. En 1901, siendo arzobispo de la ciudad Marcelo Spínola, el palacio se convierte en seminario hasta el año 1989 cuando es cedido por el arzobispado de Sevilla a la Junta de Andalucía para albergar la sede de la Presidencia.

En el nuevo proyecto de reforma del Palacio de San Telmo, llevado a cabo por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, engloba tres grandes operaciones, que son la restauración, rehabilitación y acondicionamiento de la crujía delantera con fachada a los jardines del Cristina, así como de las cuatro áreas conexas comprendidas en las crujías perpendiculares a aquellas; la restauración de las fachadas Norte, Sur y Oeste del Palacio, así como del cerramiento del jardín y la restauración de las pinturas murales sobre telas del Salón de Recepciones.

La actual reforma del Palacio de San Telmo, tiene como premisa principal intentar recuperar los orígenes del palacio, sin intervenciones bruscas y respetando las anteriores restauraciones pese a haber sido desafortunadas, además de este respeto a la historia del edificio, el mismo debe cubrir unas actividades funcionales como sede de la presidencia de la Junta de Andalucía que en el que se distinguirán un total de nueve unidades funcionales, que son las de presidencia, consejería de presidencia, vice consejería, portavoz del gobierno, secretaría general técnica, gabinete de análisis y relaciones institucionales, gabinete jurídico, dirección general de comunicación social y dirección general de asuntos europeos y cooperación exterior.

También hay que reseñar que dentro del área de la presidencia se incluye la vivienda oficial del Presidente de la Junta de Andalucía. Además, el edificio contará con otros servicios generales como salón de actos, biblioteca, reprografía, mantenimiento, limpieza, central telefónica, aula de informática, archivos y almacenes, además el edificio contará con diversas salas de carácter institucional y representativo.

Por último debemos tener en cuenta la fama del arquitecto que lleva el proyecto a cabo, Guillermo Vázquez Consuegra, ha ganado gran cantidad de premios que atestiguan su rica trayectoria profesional con gran cantidad de proyectos a sus espaldas y con un merecido reconocimiento a su carrera profesional desde que se licenciara en arquitectura en la Escuela de arquitectura de Sevilla donde ejerció como profesor hasta 1987.

El Palacio de San Telmo es uno de los edificios más emblemáticos de Puerta Jerez, pero además es uno de los grandes desconocidos de la ciudad de Sevilla. Entre sus muros se han desarrollado infinidad de acontecimientos y sus diferentes usos le han proporcionado un carácter especial que todos deben conocer. Por todo ello, con la restauración que se está acometiendo se intenta ensalzar su carácter histórico artístico, además de habilitar una parte para su musealización y la instalación de un centro de interpretación que acompañaran a la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía que también tendrá allí su ubicación. Esta serie de actuaciones proporcionarán al monumento un nuevo uso y abrirá sus puertas a los sevillanos y visitantes.

Entrevista al restaurador Pedro Manzano

El restaurador Pedro Manzano que trabaja en las obras de San Telmo nos recibe en su taller de la emblemática calle Pureza y desvela algunos de los detalles en materia de restauración que se están acometiendo en el edificio.

P: ¿Qué significa el Palacio de San Telmo para la ciudad de Sevilla?

R: Se puede afirmar que San Telmo es uno de los edificios emblemáticos del centro histórico de la ciudad menos conocido por los propios sevillanos. Su puesta en valor va a  significar un atractivo más para la oferta cultural que ya existe y sobre todo dará a conocer su patrimonio a todo aquel que quiera acercarse al museo y el centro de interpretación que se instalarán en el edificio.

P: ¿Cuáles son las actuaciones de restauración más importantes del edificio?

R: Sobre todo se están llevando a cabo actuaciones de conservación y restauración sobre los bienes muebles e inmuebles. El patrimonio artístico como pinturas murales, material lineo de madera como retablos y todos los lienzos son las obras muebles sobre las que se están trabajando con el objetivo de devolver el esplendor con la que fueron concebidas.

P:¿Qué protocolo sigue un restaurador antes de enfrentarse a la obra?

R: El primer paso es acercarse a la obra para conocerla. Para ello contamos con los informes de historiadores del arte, biólogos, químicos y toda una serie de expertos en disciplinas que se aplican en la restauración. Una vez que se tiene conocimiento de la pieza en sí y en base a los problemas que presenta se deben establecer unos criterios de metodología. El resultado final debe de ser un trabajo conservativo o de restauración de la obra. En el caso de San Telmo se está trabajando sobre todo en la conservación, lo que el tiempo ha ido velando en las obras lo elementos susceptibles de perderse son tratados para que no estropeen  la concepción de la obra, en el palacio no se está reponiendo nada se está siendo muy  respetuoso.

P: ¿Cómo es el patrimonio escultórico de San Telmo?

R: Existen una serie de piezas muy emblemáticas por que intervinieron en su concepción escultores de primera línea. Cuando decidimos restaurar la capilla nos encontramos con obras de artistas como Pedro Luque Cornejo, este escultor no sólo proyectó las tablas del retablo, sino que además ejecutó parte de las piezas.

P: ¿Qué manifestación artística es más difícil de restaurar?

R: Cualquier obra puede ser muy fácil o muy difícil de restaurar. Una escultura puede presentarte unos síntomas que pueden acarrear muchos quebraderos de cabeza y convertirse así en la pieza más difícil. Yo personalmente me muevo entre pintura y escultura, sobre todo madera. Si me planteas una escultura contemporánea en la que la elección de materiales y la concepción propia de la obra no es tan deliberada como en las piezas clásicas en las que las maderas eran tratadas, tenían un tiempo de secado, se elegían materiales especiales, si te enfrentas a una pieza como esta es mucho más complicado y entraña más responsabilidad.

P: ¿Un escultor tiene en cuenta la repercusión mediática de los resultados de su trabajo?

R: No debería ser así. Lo que pasa es que a veces condiciona el carácter devocional de la obra que se está restaurando. En el caso de San Telmo ese carácter a desaparecido ya, por tanto no nos vamos a encontrar con la crítica de ¡no es el mismo, lo han cambiado! Sino que por el contrario el resultado será aceptado tal cual es. Con las restauraciones hacia obras devocionales hay que tener mucho más tacto y hacer que los cambios o actuaciones sobre la misma sean inapreciables a los ojos de los fieles.

P: ¿Qué imprime el restaurador cuando actúa sobre una obra de arte?

R: Como se suele decir, me alegra que me hagas esa pregunta. No debería quedar nada ya que la restauración no es una actividad creativa. Tratas de que la obra quede lo más cercana al momento en el que se hizo. Aunque el material se ha ido transformado con el tiempo el trabajo del restaurador es despojar a la pieza de esas desvirtuaciones que ha sufrido con el devenir de los años sobre sí misma. En la escultura devocional, por ejemplo, tenemos que integrar la lagunita que falta de manera que no se note ni se transforme lo más mínimo. En pintura, sin embargo son más difíciles esos cambios por que simplemente repones lo que falta del cuadro, das la pincelada deteriorada, pero no rompes la escena no reinventas ni vuelves a pintar un cuadro nuevo.

P: ¿Crees que la restauración de San Telmo devolverá al edificio el esplendor con el que fue concebido?

R: El palacio de San Telmo es fruto de todos los periodos por los que ha ido pasando. Recuperar el esplendor de qué periodo, sería lo correcto, de cuándo era universidad o palacio de los Montpensier, quizás de cuándo fue seminario. Creo que es muy difícil por que cada uso ha proporcionado al edificio de elementos nuevos y ha modificado su estructura acorde con cada función, por tanto es la suma de todos estos periodos por los que ha ido pasando. Cuando se terminen las intervenciones se reconciliarán el S.XVIII con el S.XIX de los Montpensier. El compendio total del palacio es lo que verdaderamente le da esplendor y con la restauración que está sufriendo se devolverán esos detalles que el edificio ha ido cosechando a lo largo del tiempo y gracias a sus diferentes utilidades. Podremos hacer así recrearnos en los momentos históricos del edificio sin necesidad de destacar unos periodos sobre otros.

P: ¿Qué opina usted sobre el uso administrativo de edificios emblemáticos como San Telmo, la fábrica de tabacos o el Hospital de las cinco llagas?

R: En principio me parece positivo. A lo mejor cuando pase el tiempo y cambien los conceptos se mirarán como errores que se han cometido, pero ahora es la única forma de mantener edificios de esa consideración. Por que la fábrica de tabacos cómo podría mantenerse sin darle un uso, considero que es lo más sensato. El palacio de San Telmo sino fuese sede de la Junta de Andalucía como se mantendría, poniendo unos vigilantes y guías turísticos, considero que no tiene tanta identidad turística como para hacer esto. Con la implantación de sedes administrativas e instituciones públicas, estos monumentos son restaurados y puestos en valor no cayendo en una decadencia que de otra forma les acecharía.

P: ¿Qué trasmite a un restaurador la obra de arte que está entre sus manos?

R: Cuanto mayor sea la calidad de la obras, más se disfruta de ella eso es obvio. Con piezas de peor calidad sufres por que te proporciona más problemas y los materiales y la forma de ejecución también son factores importantes en las piezas artísticas. Para todo aquel que le guste o goce con el arte, los restauradores somos los más privilegiados, por que no sólo conocemos la obra en sí, sino que además tenemos con ella un trato cercano, la tocamos, la revisamos, entablamos una relación de tú a tú que nos hace conocerla a fondo y apreciar detalles ajenos que se escapan a cualquier amante contemplativo de la obra.

P: De la capilla de San Telmo ¿Cuál es la obra pictórica o escultórica más representativa?

R: Destacar sólo una es muy complicado ya que hay pintores de renombre como Domingo Martínez y escultores de los grandes como fueron Juan de Oviedo o Cornejo. Aunque personalmente he trabajado sobre la virgen del Buen Aire y quizás por ello sea para mí la pieza más destacada. Representa además la conjunción de dos grandes artistas por un lado el altorrelieve concebido por Juan de Oviedo del S.XVI y por otro la posterior extracción para la concepción de la virgen como escultura de bulto redondo que llevó a cabo en el S. XVIII Pedro Luque Cornejo. Aunque ahora transformaciones como esa serían vistas como una aberración en otras épocas tenían sus razonamientos. Contestando a la pregunta puedo afirmar así que es la Virgen del Buen Aire la pieza más representativa de la capilla de San Telmo.